"Los escritos de Paul Paniagua subliman el espíritu, conquistan la alegría, y nos hacen ver la vida con humor y optimismo... Desde el título, Paul Paniagua nos penetra en un espacio lúdico, inspirado en los juegos de trompos. Para el autor, el texto es una métafora de la vida.Es un libro original que atrapa al lector.. Estos textos hiperbreves no se pueden leer con el ceño fruncido, sino una una amplia sonrisa. " Ph.D Mara L. García Brigham Young University


“Ojos llenos de abril” pertenece al destiempo. No es abril nada más la morada constante. Sino todos los meses y todos los años y todos los días. La mujer es la prueba fehaciente que no existe omega y que el alfa jamás delimita o recuenta el tamaño del tiempo, el amor, el poema.

Paul Paniagua nos deja asomar por el ojo de la cerradura a su propia mirada. Pero no servirán nuestros ojos. Es vital e imperante usurpar su mirada. Otros ojos. Ojos llenos de abril que son llave y ventana y paisaje profundo como un mar adentro.

Fausto Vonbonek.


Presentacion del libro

Presentacion del libro
Cecut Mexico

Thursday, September 29, 2011

EL VAGABUNDO




Encontrándose cansado después de andar errante por varios miles de años; decidió, detenerse en un oasis. Se acostó en una hamaca libre bajo la sombra de una palmera; se tomó un coco, y comió algunos dátiles. Ya no quería ser despreciado más por los habitantes de esta tierra; ni menos, ser señalado como la oveja  negra que parecía  haber sido en el  principio de los tiempos. Aquel fratricidio fue el resultado de codiciar las  ovejas de su hermano Abel, y aquel bochorno, el del rechazo de su ofrenda: todas, razones del castigo eterno impuesto. Empezaba a entenderlo así, después  de algunos siglos de estudiarlo. Se le acercó un hombre que con acierto le identificó como Caín, el vagabundo. Caín trató de ocultar su marca al solo verle.
--No la pasas mal como algunos piensan, dijo al verlo columpiarse sobre aquella hamaca, mientras se impulsaba con el pie. Caín se levantó al instante y le degolló sin titubear. Luego, volvió a acostarse sobre la hamaca ensimismado pensando en la injusticia y severidad de aquel castigo impuesto contra él. Pronto, la sangre de aquella otra víctima reclamó justicia a los cielos. El de arriba alarmado, confirmó aquel previo castigo eterno impuesto como justo.


Paul Jr Paniagua
Copyright 2011
Sin Trompo de Poner

No comments:

Post a Comment